La producción de petróleo y gas mediante la técnica del “Fracking” requiere el empleo de arenas silíceas muy específicas para conseguir pozos de alta producción. Las arenas empleadas deben ser redondeadas, con granulometrías de rangos muy estrechos y absolutamente limpias. Los tamaños más empleados son 0.85/0.42 mm (20/40 mallas), 0.42/0.21 mm (40/70 mallas) y 0.21/0.11 mm (70/140 mallas). La producción de estas arenas es bastante compleja y requiere de múltiples etapas de clasificación mediante cribas, hidroclasificadores e hidrociclones.

ERAL CHILE ha desarrollado plantas específicas de elaboración de arena para fracking combinando cilindros lavadores, hidrociclones e hidroclasificadores, sin olvidar el control medio‑ambiental mediante clarificadores y filtros prensa, para el tratamiento de las aguas residuales de lavado, de forma que las plantas de procesamiento pueden considerarse ecológicas.

En las etapas vía seca se emplean secadores rotativos y cribas oscilantes.

La elaboración de vidrio y cristal requieren del empleo de arenas silíceas de muy alta calidad con granulometrías finas, generalmente 0.15-0.6 mm. Las industrias de fundición también emplean arenas silíceas de granulometría similar. Las plantas de producción de este tipo de arenas emplean hidrociclones de diferentes diámetros, generalmente entre 100 mm y 500 mm de diámetro, además de hidroclasificadores y equipos de concentración gravimétrica (espirales), separación magnética, para la eliminación de los minerales pesados: hierro, cromo y titanio principalmente, e inclusive etapas de molienda de bolas en circuito cerrado con hidrociclones, algunos de ellos en configuración Fondo Plano.